Por: Juan Daniel Correa Salazar
@juandanielcorrea
@musica_creativa_de_colombia
10 de septiembre de 2020
Dedicado a Juana, la Luz de mi vida
El clima de Bogotá se caracteriza por su impredecibilidad o, a decir verdad, por su completa locura. De un momento a otro está haciendo sol impresionantemente y se larga un diluvio babilónico. Es increíble, sólo a los que vivimos por estas tierras nos parece normal, oír cosas como “uy este solazo es señal de aguacero fijo”. Toca salir a la calle con gafas oscuras y sombrilla. Si apenas llevas las primeras, prepárate para llegar empapado a tu destino; y si te decides por el paraguas exclusivamente, seguro se disiparán las nubes y el astro rey calentará sin tregua.
No hay nada más bonito que, después de una fuerte tormenta, se abra paso entre las nubes la estrella solar y brille en el cenit. Con más veras aún si lo acompaña el arco iris.
Así es esta vida. “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”. En tiempos oscuros, también hay espacio para ser optimistas; acá llega:
Belleza. La tonada de los Beatles aparece en el Abbey Road (1969) justo después de la frenética y pesada “I Want You (She’s So Heavy)”. Sin la oscuridad, el resplandor de la luz no se percibe en todo su ímpetu.
Del mismo modo, es grandioso cuando tras la sequía llega la lluvia. Mejor aún si lo que pasa es que:
Un grande nubarrón se abre en el cielo
Ya se aproxima una fuerte tormenta…
Ya llega la mujer que yo más quiero
Por la que me desespero
Y hasta pierdo la cabeza
Lindo. Nostálgico y a la vez estimulante. Si te dan ganas de bailar o de agarrar a besos a tu pareja, o si lo prefieres a quien no es tu pareja, no le des más vueltas, no te limites, hazlo ya; en este preciso instante. Baila, abraza, toca, goza, sueña. Vive.
Somos pasajeros en esta tierra; tenemos la capacidad de dejar imborrables huellas para los que vienen, así como creaciones, arte y lecciones; más allá de eso sólo nos llevaremos del mundo lo bailao. Una cosa es que el corazón palpite, otra que lo sintamos palpitar.
Respira. Ve. Deléitate con los sonidos. Esto, incluso, sin ninguna exageración, es posible – hoy gracias a la tecnología – para ciegos, sordos y mudos. Ya sale:
Preciosa canción dedicada al lucero más resplandeciente de esta columna, a Gustavo Cerati, del que nunca nos cansaremos de decir que ilumina nuestro camino con el más radiante de los destellos. Es como las estrellas que vemos en el cielo y que se extinguieron hace un millón de años luz: cuando caiga la noche titilarán con toda su luminosidad. Así es su influjo, así es su música. Infinita. Gracias Shakira por recordárnoslo siempre.
Lo más prodigioso, como lo canta Ol’ Blue Eyes, es que lo mejor está por venir:
Out of the tree of life I just picked me a plum
You came along and everything started'in to hum
Still it's a real good bet
The best is yet to come
Best is yet to come and babe won't that be fine
You think you've seen the sun
But you ain't seen it shine
¡Así lo creas, aún no has visto ese sol resplandecer!
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