Por: Juan Daniel Correa Salazar
@juandanielcorrea
@musica_creativa_de_colombia
Foto: Daniel Parra
Se apagó tu luz en este mundo; ahora brillas más allá de las estrellas
San Andrés Isla, Colombia, 15 de marzo de 2022
Tristeza. Rabia. Desazón. Sobre todo, impotencia. Es lo que nos deja tu partida. Hoy la isla, y el archipiélago entero, llora. Las balas asesinas, de nuevo, han silenciado una voz de esperanza. En esta ocasión la de un portentoso artista y un líder social innato.
Be Strong!
Nos enseñaste – y lo seguirás haciendo porque si algo no morirá es tu música – a ser fuertes, en el amor y en la vida. Tu muerte, de un tajo, nos acuerda que por mucho que lo queramos, somos frágiles y, en cualquier instante, nos podemos romper.
“People will always try to hurt us… just be strong, we must be strong, please be strong”. Qué triste premoción. Acá estamos tratando, Hety! Llorando, pero también sacando fuerzas para poder seguir por el camino.
Fue Daniel Parra, el realizador del video de Be Strong, quien me dijo: “te voy a presentar a alguien muy especial, una leyenda viva, un gran amigo y una estrella”. Lo hizo sin ningún tipo de modestia o humildad; yo lo tomé con incredulidad, pensando tal vez en que fuese una “exageración típica de los isleños”. Nada de eso. Tenía toda la razón. Lo que más duele ahora es saber que la leyenda ya no está viva.
Compartimos y gozamos con el cuento de la presentación de la súper estrella y otras locuras de Parra en varios camerinos cuando Hety and Zambo alternaron con Charles King “el palenquero fino”. Si hay algo bueno de ser mánager, yo del rey de la Champeta, es precisamente eso: poder conocer un poco más de cerca a los artistas. Disfruté mucho, siempre, la energía de los dos sanadresanos. Impresionante.
“Come on baby, take a ride with me… come on baby, feel my energy” (Tek a Ride)
Sí que la sentimos: energía certera. Hoy con mayor poder. Ahora, Hety!, eres una luz que brilla más allá de las estrellas.
Hace unos años, cuando tuvimos la oportunidad de hacer la campaña Be Energy para promover las energías renovables y la eficiencia energética en el archipiélago y buscábamos a líderes (o como les dicen ahora “influencers”), todos en la isla te señalaron. No sólo cantabas y movías a la gente con la cultura y eras un referente indiscutible del “creole”, sino que pedaleabas junto con los más avezados ciclistas, y organizabas agasajos para darle comida a los necesitados. Lo hacías con buena onda, espíritu y, no me canso de reiterar, energía y fortaleza.
“No weakness!!!”, como tu canción, era tu lema. Himno al deporte y al estado físico para ejercitarse, para bailar y para mantenerse en forma: cuerpo sano, mente sana. Eso era lo que representabas y, cada vez que podías, compartías.
Así, el día que salió a la luz Be Energy!, estuviste en la tarima – junto con el maestro Zambo quien hoy debe estar llorando más que nadie pero también debe estar más agradecido que cualquiera por haber estado siempre a tu lado – para darnos una mano y cargar literalmente de energía, a la gente de la isla. El corto video que tomé con mi camarita del celular demuestra lo que eras: un líder total:
¡“Yo quiero que todo el mundo me acompañe con estos pasos”!
Acá te acompañamos, los estamos siguiendo.
Lastimosamente, al contrario de lo que cantaste en No Weakness, el entorno en el que te movías es malsano. No hay por qué tapar la realidad del sol con un dedo: la música popular está rodeada de mafias y de personas indeseables. ¡De delincuentes! Lo peor: muchos de ellos – con seguridad, los menos creativos – están armados. Tu caída nos recuerda la del Jhonky, en Cartagena, la de Sayayín – ¡Ay!, otro gran amigo – en Sincelejo, la de Junior Jein, el año pasado en Cali. ¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!
La crónica siempre es la misma: “estaba en el sitio equivocado”, “venían por alguien más”, “la zona estaba caliente”. ¡Qué horror! A lo que se suma la falta de recursos de los centros de salud de San Andrés. Según versiones, en otro lugar mejor equipado – y con un banco de sangre adecuado – te has podido salvar. Lo cual sólo sirve para hacer manifiesto, una vez más, la desidia y la precariedad en la que vive la gente de una de las “joyas” de Colombia. No es excusa. No falleciste por eso, sino porque un desadaptado – que quién sabe si identifiquen, cojan y hagan pagar – te disparó. John Lennon, murió en Nueva York y no hubo poder humano, ni tecnológico, que lo pudiera salvar.
Contra esta peste, no hay antídoto. Sí, por supuesto, es claro que los enfermos de gravedad y quienes tienen serios problemas de salud en el archipiélago, cuentan con menos posibilidades de salir adelante. Esto es así, por muchos discursos que den candidatos, ministros, gobernadores y presidentes asegurando que ahora sí llegó el momento de hacer de “nuestras islas, un paraíso”. ¿Nuestras? ¿Paraíso? Más bien lo que hemos hecho – y este señalamiento va para isleños y demás colombianos: la culpa la tenemos todos – es convertir al paraíso en un infierno.
Dolor, mucho dolor. Hoy entendemos que no es recomendable, de ninguna manera, dar una vuelta Around Di Block porque allá nos esperan los Rude Buays, en el peor de los sentidos. Malinterpretando por completo el mensaje que quisiste dar con tus canciones.
¡Adiós, hermano! Gracias por tu música, tu fuerza y ¡Tu energía!
Lean también ¡Suerte Campeón!
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