top of page

Robert Johnson: el músico que vendió su alma al diablo

Actualizado: hace 4 días

Robert Johnson
Robert Johnson

Por: Hember J. Saavedra

@hember.j.saavedra

@musica_creativa_de_colombia 


Robert Johnson, músico afroamericano del sur de Estados Unidos, pasó —según cuentan—

de ser un guitarrista mediocre, a convertirse, casi de la noche a la mañana, en uno de los más

grandes intérpretes del blues. La leyenda más famosa que rodea su figura dice que entre los

años 1930 y 1932, tuvo un encuentro personal con el Diablo en un cruce de caminos

(Crossroads), cerca de Clarksdale, Mississippi.


Según esta historia, Johnson fue al cruce a medianoche, tocó blues bajo la luna y entregó su

guitarra al Diablo, quien la afinó. Al devolvérsela, Johnson se transformó en un guitarrista

virtuoso. Desde entonces, su música adquirió un nivel de maestría inexplicable. ¿Es posible

que alguien evolucione tan rápido, sin una causa sobrenatural detrás?


Hoy forma parte del famoso Club de los 27, conformado por músicos talentosos que murieron

a esa misma edad. Todos ellos dejaron un legado importante en la música, y Johnson no es la

excepción.


Lo más intrigante de esta historia es que más allá de la leyenda, la música de Robert Johnson

ha perdurado hasta nuestros días. Su guitarra, su voz, sus letras y el profundo sentimiento

con que interpretaba el blues siguen emocionando a generaciones. Pero surge una duda

legítima: ¿cómo logró tal dominio musical en tan poco tiempo, si no existió ningún pacto con

el diablo?


Lo más probable es que tras haber sido humillado por su escasa habilidad como guitarrista,

Robert Johnson se dedicara intensamente al estudio de la guitarra durante un período que

pudo abarcar desde 1930 hasta 1932, pues el promedio del nivel guitarrístico de la época no

era tan alto como en la actualidad. Por lo tanto Johnson, al estudiar disciplinadamente el instrumento, logró sobresalir ante muchos otros músicos de su tiempo e introducir nuevas

técnicas y sonoridades que para la época eran impensables.


Según la historia, Johnson habría añadido una séptima cuerda a su instrumento —aunque en realidad se tratara de una segunda-sexta—posiblemente para ejecutar líneas de bajo. No está del todo claro cómo lograría afinarla como séptima cuerda en caso de ser cierto, considerando que su calibre correspondería al de una sexta, y el calibre (el grosor) influye directamente en la tensión necesaria para realizar la afinación en una nota específica; entonces la cuerda presentaría problemas de afinación debido a que el calibre de la séptima debía ser mayor al de la sexta.


En todo caso, se supone que Johnson utilizara una afinación especial. Y, con esta inusual configuración —como se dice popularmente que Robert configuró su guitarra— desarrolló un estilo singular, alcanzando un nivel técnico y creativo superior en comparación con otros músicos de la época. Pero, ¿es posible que hubiese utilizado una guitarra de siete cuerdas realmente? No hay certeza al respecto.Quizá tocó una guitarra normal (de 6 cuerdas) que es lo más probable, pero con afinaciones alternativas como la open G (Sol) y la open D (Re), comunes en el delta blues.

Robert Johnson
Robert Johnson

Johnson dejó un repertorio fundamental para la historia del blues, género nacido a

finales del siglo XIX en las comunidades afroamericanas del sur, el cual fue una vía de expresión ante la opresión, la pobreza y la dureza de la vida. A través de guitarras, armónicas, voces que expresaban llanto y letras cargadas de melancolía, el blues relató historias de desencanto y supervivencia.


Muchos músicos brillaron en esa época, pero Robert Johnson se destacó no solo por su arte, sino también por la leyenda que lo envolvía, incluso en vida. Una de sus canciones más conocidas, “Me and the Devil Blues”, habla de su partida, de un encuentro con el Diablo que viene a buscarlo, de su cruce hacia el "otro lado". Es una despedida oscura, que refuerza el mito sobre su alma vendida.

Robert Johnson
Robert Johnson

Su música influyó directamente en artistas como Muddy Waters, Eric Clapton, Keith

Richards, entre otros. Su legado no es solo musical, sino también simbólico:

representa el poder del arte para trascender lo humano, lo lógico e incluso, lo real.


Lo único indiscutible en esta historia es que Robert Leroy Johnson fue un gran músico, que

se preparó para tocar la guitarra mejor que el promedio de la época y no solo se lo propuso,

sino que lo logró.


Escrito por: 🎸 Hember J. Saavedra (31) – Guitarrista eléctrico y estudiante de Literatura en la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Entre acordes y palabras, explora nuevas formas de contar y sonar.




bottom of page